martes, 30 de agosto de 2016

SEMANA GRANDE DE JOSE GARRIDO EN BILBAO

"Atrevido" de Alcurrucén.
Terminó la semana Grande de Bilbao 2016. El último gran puerto del verano. Una plaza de primera que pasa revista a las tropas mediada la temporada.
Las conclusiones son varias y dignas de mención.
En primer lugar falló el público. El día de más aforo apenas tres cuartos. Muy preocupante. Había carteles con suficientes atractivos. La ausencia forzada del esperado Roca Rey dio paso a un mano a mano criticado pues había nombres jóvenes esperando en su casa después de triunfar en cosos grandes en fechas recientes. La taquilla se resintió pero lo cierto es que no hay tirón en Bilbao. Queda poca afición allí y muchos foráneos fueron los que habitaron los tendidos.
Falló el toro. Infumable la de Garcigrande y la de Fuente Ymbro. Petardo de Alcurrucén salvo un excelente toro premiado con la excesiva vuelta al ruedo. Aburridos victorinos bajos de todo y mas aburridos se quedaron con las tediosas faenas de Ureña y Diaz.
El Puerto de San Lorenzo se llevó la palma con una corrida completa con toros de clase y nota. Padilla maltrató a su lote con trapazos y del Alamo se perdió en la vulgaridad evidenciando un bache serio. Adame una oreja por una faena templada y seria aunque faltó algo para un triunfo gordo con un gran toro. Corrida de premio y terna por debajo.

Diego Urdiales.
Urdiales reeditó su triunfo del 2015 frente al único bueno de la tarde. Un berrendo en colorao que le puso embestidas excelsas. Brilló el riojano en "su plaza" en una faena clásica, elegante y mecida. Un primor su toreo de sabor y empaque. Un gustazo ver torear en la era del trapazo. Dos orejas de ley después de estoconazo. Con la de jandilla sin orejas volvió a estar muy bien con dos toros nada fáciles. Mantiene se idilio con Bilbao y se consolida como autor de la mejor faena del ciclo.
Ginés Marín sustituyó a Roca Rey y con dos toros ásperos y complicados se la jugó haciendo el toreo. Una seria tarde de uno que huele a figura. Su premio fue una rácana vuelta al ruedo con peso de oreja.
Ginés Marín.

Morante golfeó mas de la cuenta con un pésimo lote. La bronca enorme. No debe volver aquí. No pinta nada. El Juli tiró de oficio con malos toros y Ponce cortó una oreja de ley a un toro de garcigrande en una faena templada y medida. Se la inventó. Incombustible y figurón en su Bilbao, otro año más.
Lopez Simón, dos tardes, muchos pases y poco toreo. Actitud y entrega si, pero aburrió de tanto pase repetitivo. Se le ve atorado y sin evolución. Fue abroncado ante los rumores de veto a que entrara un "emergente" en la sustitución de la segunda tarde de Roca Rey. Acabó con un ataque de ansiedad y se tuvo que meter para adentro dejando a Garrido con cuatro pavos. Debe despedir ya al apoderado; orondo voceras; que se está forrando a comisiones y no aporta nada a la tauromaquia del madrileño que además salió trasquilado por las sospechas de veto y que adolece cada dia más de un mentor que le corrija sus defectos acuciantes. Urgente darle la baja a este peón "matillo".
Fandiño cuajó al toro de más clase de jandilla y de la feria. Una faena de suaves caricias, de echar el vuelo lento al morro de un gran toro. Hubo muletazos soberbios a la altura de tan excelsas embestidas. El ladrón del palco o cacique Matías le birló el premio. Su faena abre la puerta a la esperanza para recuperar a un torero despeñado y exiliado en plazas de carretas.

Fandiño.
David Mora desaprovechó otro buen jandilla. No está y se nota. Pesa la pierna aún...

José Garrido se llevó al gato al agua. La tarde del mano a mano casi fue una encerrona. Corrida correosa de Torrestrella que había que poder y torear. Garrido no es torero de exquisiteces ni finuras pero si de poderío y valor de hierro. Unido a una actitud firme y sólida, su tarde fue muy importante.
No se dejó nada en el hotel y se la jugó queriendo siempre hacer el toreo. Poniéndose en el sitio y dando el pecho y los muslos a las inciertas y/o bruscas embestidas de sus toros. Entrega y poder. Si señor. Otra vez el sheriff le humilló robándole alguna oreja que otra. Paseó una. Y dos al dia siguiente en una faena redonda al único"gallardo"válido de la gallardada infame, otra más.
Con tres orejas en seis toros quizá parezca poco pero la dimensión de Garrido exhibida en Vista Alegre es uno de los sucesos entre la juventud de esta temporada. Y se debe tener en cuenta. Bueno eso es harina de otro costal porque aquí salir en hombros en Bilbao o Madrid vale lo mismo que un cupón no premiado. El toreo y sus cloacas...
 

 

José Garrido

 

 

martes, 9 de agosto de 2016

CURRO DIAZ EL ARTISTA MADURO.



CURRO DIAZ, Linares (1974); está siendo uno de los toreros de esta temporada. Sin mucho ruido y después de la temporada pasada en la que apenas se vistió de luces ha escalado desde abajo hasta posicionarse como un referente de este verano taurino.
Allá por marzo y en la primera de la temporada en Las Ventas abrió la puerta grande en una actuación notable y entregada. Pero como está el taurineo como está, se quedó fuera de Sevilla, Madrid y otras ferias ya programadas de antemano pasándose la primavera en su casa con las dos orejas cortadas en la pared.
Pero la llegada del verano anima el calendario con ferias de menor relieve en pueblos y plazas de medio pelo. Y ha aparecido Curro en varias de ellas.
Y nos ha mostrado lo que ya advertimos en su gran tarde de puerta grande en Madrid. Una evolución en su toreo. Una maduración evidente en técnica y calidad. De todos es sabido que este torero es un estilista consumado. Un artista fino. Un torero de arte puro. Otro torero de Linares, tierra de toreros buenos.



Su carrera siempre fue de altibajos. Medroso en ocasiones no terminaba de apostar con toros que pedían pasar la raya y jugársela. Por eso no fue figura. Pero su toreo de filigrana y sus remates por trincheras, ayudados y del desprecio son ya legendarios. Casi nadie los interpreta con tanto gusto y elegancia. De eso se valió para ser un torero esperado y bien visto en cualquier plaza.
En su mejor momento en 2010, cuando había entrado en las ferias y alternando con los de arriba, una cornada dolorosa y grave en Sevilla le apartó largamente de los ruedos y a punto le hizo colgar el chispeante por las secuelas. A partir de ahí se olvidaron de él las empresas y tuvo que empezar de nuevo desde abajo.



Una escalada lenta y con pocos contratos en tiempos de flagrante reducción de corridas. Curro ha macerado su toreo. El banquillo le ha mejorado su técnica y su solvencia. Siempre fue el rey del medio pase. Embroque e inicio buenos pero con poca profundidad y corto trazo. Abuso del pico también fue un defecto reiterado y un perfilerismo enfermizo. Se quedaba su toreo a medias por no rematar los muletazos con  largura.
Pero se ha apreciado un cambio a mejor en la extensión de sus lances y muletazos. Despidiendo mejor las embestidas y sobre todo llevando más toreados y templados a los animales. Rematando todo como mandan los cánones. Y con ese sentimiento de los artistas grandes. y oliendo a torería...


Este año y con diferentes encastes, matando de todo ha mostrado su mejor versión en sus casi 19 años de alternativa. Tuvo que matar al toro que acabó con la vida de Víctor Barrio y al día siguiente ir a San Fermín a matar un corridón. En silencio. Un gesto de hombría y torería.
En Ceret dio la cara y recibió una cogida espeluznante que pudo ser fatal con una corrida de las de allí. De las duras.
En Calasparra indultó un Victorino al que cuajó de forma primorosa. Antes otro le había partido la cara literalmente de un pitonazo en una labor entregada y valiente. Y en Azpeitia llegó una faena para enmarcar. Sedoso trato a un suave "pedraza".Toreando al ralentí. Despacio. Con temple y regusto. Pura orfebrería. Los pases de pecho ligados sin enmienda y con salida por la hombrera contraria fueron cuadros eternos. Cintura cimbreante, cuerpo enroscado y acompasado a las embestidas lentas. La ligazón con ritmo y sutileza. Los vuelos de la tela con las yemas de los dedos...Un deleite para los sentidos.



Faenas como esas nos hacen seguir soñando con EL TOREO. En estos tiempos del pegapasismo.
Díaz ha asolerado su toreo. Los años y el banquillo no han hecho mas que mejorar su ya de por si magnifico y selecto concepto. Pero también su técnica. Además es un gran estoqueador que ejecuta y arriesga de verdad en la suerte suprema matando por arriba y por derecho.
Está en su mejor momento. A pesar de todo dos orejas en Madrid este año; no le han servido ni para estar en San Isidro. Solo algunas ferias menores y alguna que se acordó como Pamplona. Los antis de dentro... Pero Curro es un torero idoneo para abrir cualquier cartel y en feria de postín. Ojalá le anuncien más antes de que se aburra, para seguir deleitándonos con esos pases de trinchera y esos interminables de pecho.