viernes, 21 de octubre de 2016

¿ HAY FUTURO TAURINO EN CATALUÑA ?




La sentencia anunciada ayer por el Tribunal Constitucional es sin duda una buena noticia para la fiesta de los toros. La prohibición ilegal por el parlamento de Cataluña del año 2010 ha sido anulada por este alto tribunal después de la petición mediante firmas de miles de aficionados que se afanaron en la protesta.
Seis años sin toros en el territorio catalán han sido una losa para el calendario taurino. Ahora se abre un nuevo periodo en el que a pesar de esta buena noticia se plantean varias incógnitas.
Cierto es que en los últimos años solo la plaza de Barcelona daba toros y el aspecto de sus tendidos era bastante penoso por la falta de público incluso con carteles rematados. El fenómeno José Tomás fue el único que tapó aquel desierto de afición siendo capaz de llenar la plaza siempre que se anunciaba como en todas partes, bien es verdad que con mucho público desplazado del país vecino y de lejanos puntos de España incluso de América.


La realidad fue que la empresa gestora no supo captar aficionados en las tardes de la larga temporada barcelonesa. El declive era evidente. Años de antitaurinismo e independentismo habían calado en una sociedad que empezaba a repudiar los toros por su marcado "españolismo tradicional", unido a la creciente nacencia de partidos antisistema y ecologistas que declaraban la guerra al "maltrato animal". Los medios catalanes contribuyeron día a día y durante años a engordar la corriente antitaurina radical calando el mensaje en una población que solo quería hablar del Barsa.
El recrudecimiento de la idea independentista ha sido también muy notable y no ha favorecido nada a los amantes del toreo en Cataluña. Allí ya no se cumplen ni las sentencias. La bandera nacional está prohibida y el uso del español perseguido con la complicidad de las autoridades. Allí no hay libertad. Allí se ciscan en la Constitución Española cada vez que les conviene sin que pase nada. Se cometen delitos e ilegalidades bajo el pretexto de agresión por parte del Estado opulento.



La plaza de Barcelona de propiedad privada tendrá todos los obstáculos y zancadillas por parte de los políticos municipales y regionales. Ya lo han dicho bien claro ayer al conocerse el veredicto del TC.
A ver qué empresario se atreve y arriesga a abrir las puertas de la Monumental con esa hostilidad en frente. Y valorando la diezmada afición catalana de los últimos lustros es para pensárselo no?
Con inteligencia y con dinero se puede atraer gente a la plaza. El año que viene será la ocasión de comprobar si es posible y si hay algún intrépido con posibles...
El futuro está más claro que anteayer para el toreo en Cataluña. Pero aún hay nubarrones y enemigos acechantes para intentar salirse con la suya. Los toros nunca fueron política. Jamás. Ahora vivimos en un tiempo donde si lo son y muchos se empeñan en encasillarlos dentro de la ideología. Craso error que está ganando adeptos por desgracia.
Debemos ser cautos ante esta realidad. Aquellos que odian a España y a sus tradiciones tratarán de seguir haciéndonos daño. Contra eso está la ley. Esperemos que se cumpla y se haga cumplir de una vez por todas y que esta buena noticia no quede en agua de borrajas. Tiempo al tiempo.
 

 

 

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